Hay tensión en el ambiente del Real Madrid. El nombre de Vinícius Júnior retumba fuerte. Según Sacha Tavolieri, periodista de Sky Sports Suiza, su posible salida está más viva que nunca. Y lo más llamativo: el club blanco habría puesto un precio de 150 millones de euros para dejarle marchar.
El escenario no es cualquiera. Las renovaciones están estancadas y la relación con Xabi Alonso se resiente. Una voz interna lo resume con crudeza: “es muy difícil imaginar a Vinícius en Madrid la próxima temporada”.
Vinícius sigue siendo una estrella. Equipos de primer nivel lo observan, pero el caso es que ahora mismo el Madrid parece más dispuesto a escuchar. Y quien llama más fuerte no es de Europa, al menos por ahora: es Arabia Saudí. Una oferta potente podría cambiarlo todo. Vinícius, con contrato vigente, domina los focos, y el club no ha mostrado intención de rebajar su valor.

¿Una salida inevitable?
El Madrid no está en modo trinchera. Tampoco en modo liquidez total. Está en ese limbo incómodo. Sabe lo que tiene, pero también ve lo que puede venir. Y ante la menor señal de ruptura, la cifra de 150 millones quedaría como punto de honor. Si alguien la paga, la salida se abre. Si no, seguirá. Punto.
Lo que hace todo más complejo es el tono emocional. Vinícius es querido. Es fundamental. Pero las miradas cambian cuando los gestos dejan de fluir. Y al final, en el fútbol, las decisiones pesan igual que los goles.

¿Y ahora qué?
La clave estará en los próximos meses: en cómo se componga el vestuario, en cómo responda Vinícius, y en cómo negocie el Madrid. Porque a veces ves que lo más importante no es el jugador, sino el momento. Y ese momento, parece que ha llegado.
Si Vinícius saliera, sería uno de los movimientos más sonados del verano. Y si no lo hace pues el Madrid tendría que reconstruir algo que, ahora mismo, parece que está roto. Pero en cualquier escenario, el nombre de Vinícius Júnior seguirá dando que hablar.