El Real Madrid venció al Villarreal por 3-1 en el Bernabéu, en un partido que tuvo una intrahistoria en el segundo gol de Vinicius, desde los once metros. Vinicius marcó dos goles, Mbappé sentenció en el tramo final y los blancos sumaron tres puntos de oro. Pero hubo un detalle que llamó la atención de muchos: Kylian no lanzó el penalti.
Era el minuto 68. El árbitro señaló la pena máxima y todo el estadio esperaba que Mbappé tomara el balón. Sin embargo, el francés habló con Vinicius y le cedió el lanzamiento. El brasileño no falló. Colocó el 2-0 y celebró con su compañero. Una escena que generó comentarios en redes, pero que tiene una explicación clara.
Arnau Tenas, algo más que un rival
El portero del Villarreal era Arnau Tenas, y no es un desconocido para Mbappé. Coincidieron en el PSG, donde forjaron una gran amistad. Durante su etapa en París, ambos compartieron entrenamientos, confidencias y hasta vacaciones. De hecho, suelen quedar en verano para jugar al pádel o pasar unos días juntos.

Esa conexión explicaría la decisión de Kylian. Tenas conoce perfectamente su forma de lanzar. Sabe cómo golpea el balón, su forma de perfilarse y hasta su lado preferido. Mbappé, consciente de ello, prefirió no arriesgar. Optó por dejar que Vinicius asumiera la responsabilidad. Una muestra de inteligencia… y también de compañerismo.
La jugada, un acierto total
La elección salió redonda. Vinicius marcó el penalti con seguridad, lanzando con potencia pese a que el portero adivinó el lado, y ampliando la ventaja del Madrid. Después, el Villarreal recortó distancias en el minuto 73 con un tanto de Mikautadze que metió algo de tensión. Pero Mbappé, ya sin contemplaciones, cerró el partido con el 3-1 en el 81.
Esta publicación de Mbappé es una confirmación de que todos aquellos medios que decían que él y Vinicius se llevaban mal mentían.
— Xioh Blanco (@XiohBlanco) October 5, 2025
En vez de enfrentarlos deberíamos disfrutarlos, coño, que los dos están en nuestro equipo.
Nos darán muchas alegrías. pic.twitter.com/vzgyiGlYIp
Más allá del resultado, la escena refleja algo importante: la química entre los dos cracks del Real Madrid. Mbappé no solo confía en Vinicius, sino que antepone el bien del equipo a su lucimiento personal.
Una decisión curiosa, sí, pero también reveladora. En un fútbol de egos, el gesto del francés demuestra madurez y respeto. Porque a veces, ceder un penalti dice más que marcarlo.