La realidad en la defensa del Real Madrid está siendo cada vez más cruda debido a las bajas que ha tenido el conjunto merengue en los últimos meses en esta posición, tanto por lesiones como por malas decisiones por parte de sus futbolistas.
Sobre este último aspecto, el gran perjudicado ha sido, de lejos, Nacho Fernández, quien ha recibido nuevamente una tarjeta roja en el partido ante el Alavés, poniendo en peligro los tres puntos del conjunto blanco al ser expulsado en el minuto 54 del partido, dejando a su equipo con uno menos casi toda la segunda parte.
Sin embargo, ha habido cierta controversia con la decisión final acerca de su sanción. Muchos la han comparado con lo sucedido en el encuentro ante el Girona, pero no hay nada más lejano a la realidad, ya que son situaciones completamente diferentes.
Las diferencias entre una roja y otra
Si debemos remarcar diferencias de manera oportuna, la roja ante el Girona fue considerablemente más fuerte que la del Alavés. Si bien es cierto que no se está comparando la fuerza de estas dos acciones, es un punto importante a la hora de decidir sobre cuántos partidos de sanción se le daría.
Por otra parte, hay puntos importantes a tener en cuenta, como la disputa por el balón. La entrada a Portu fue sin haber disputado el balón, lo cual resultó ser bastante más determinante y que inicialmente se sancionó con tres partidos, que al final se redujeron a dos al no haber lesión en el futbolista del Girona.
La entrada en el partido ante el Alavés fue completamente diferente, ya que hubo una disputa por el balón y Nacho no midió correctamente su entrada ante Omorodion, lo que terminó siendo sancionado con doble amarilla.
Ya quieren sentenciar a Nacho
Intentar presentar a Nacho como un carnicero es querer exagerar demasiado y no se ajusta a la realidad, aunque su entrada haya sido desafortunada y demuestre problemas de concentración por parte del central, hay una gran diferencia entre eso y ser catalogado como un jugador violento como algunos lo pretenden hacer ver.