El trabajo hecho en el Santiago Bernabéu tras su remodelación ha sido una de las más importantes obras que ha realizado la directiva blanca. Florentino Pérez como el principal responsable de estos cambios ha dejado un legado a los madridistas que muy pocos equipos pueden tener. Esto mismo se ve reflejado a través de la opinión de Roger Goodell, presidente de la NFL, tras el partido realizado en Madrid.
“Este tal vez sea el mejor estadio del mundo, volveremos”. Estas palabras son las que más sorprenden al mundo entero ya que habla acerca de que es el mejor estadio del mundo. Las declaraciones toman todavía más peso debido al excelente nivel de estadios que hay en los Estados Unidos y esto habla muy bien de la gestión del mismo.
Ha dejado impactados a todos
Hablar del mejor estadio del mundo es algo completamente subjetivo ya que muchos tienen una perspectiva diferente del mismo. Sin embargo, objetivamente las cosas son diferentes ya que ningún estadio actualmente en el planeta puede ofrecerte la historia e infraestructura del Bernabéu. Ya ni hablar acerca de la gestión a la hora de realizar eventos de gran magnitud como en este caso una competición de otro deporte.

La demostración de poder que hizo el estadio merengue con esta iniciativa ha sido simplemente avasalladora. Ahora han demostrado que pueden albergar todo tipo de evento deportivo en cualquier momento que sea disponible, sin afectar la continuidad de la temporada. Este era el propósito con el que Florentino Pérez empezó el proyecto de remodelación y lo ha llevado prácticamente al siguiente nivel.
Con todo prácticamente concretado para llevarse a cabo eventos deportivos, sociales e incluso conciertos prácticamente asegurados, es una mina de oro. Un legado por parte de su presidente que seguramente terminará siendo lo que mantenga al equipo en la máxima élite durante muchos años.
Todavía queda mucho por hacer
Está bastante claro que tras esto posiblemente seguirá un rumbo muy beneficioso para un Real Madrid que quiere expandir más su marca. Mucho más teniendo en cuenta el encanto con el que el presidente de la NFL se ha ido de este estadio.