En el Madrid ya se han cansado de esperar. Lo de Vinicius va para largo y en los despachos han dicho basta. El brasileño no renueva, las posturas están congeladas y la paciencia, agotada.
Florentino y compañía han puesto número sobre la mesa: 150 millones de euros. Ese es el precio. Si alguien los paga, puede llevárselo. Si no, seguirá, pero sabiendo que su futuro pende de un hilo.
Una relación fría con Xabi Alonso
El asunto no es solo de dinero. Dentro del vestuario se nota que la conexión con Xabi Alonso no pasa por su mejor momento. No hay broncas, pero sí gestos que hablan solos.

El cambio en El Clásico, la mirada torcida, la sensación de que el técnico no le compra del todo su forma de entender el juego. Vinicius quiere libertad. Xabi, orden. Dos maneras distintas de ver el fútbol. Y cuando eso se cruza en el Real Madrid, suele terminar mal.
La Premier se frota las manos
Mientras tanto, en Inglaterra ya afinan las calculadoras. El Manchester United pregunta. El City no lo descarta. El Chelsea lo sueña. Y hasta el Liverpool, que anda más callado, está al tanto.

Ciento cincuenta millones suenan a mucho, pero para los ingleses es calderilla si creen que el fichaje les puede marcar la diferencia. En Arabia también lo saben. Allí el dinero sobra, pero el jugador no parece convencido de dar ese paso tan pronto.
El brasileño tiene contrato hasta 2027, pero nadie se atreve a apostar que lo cumpla. En el club hay división: unos quieren mantenerle, otros creen que el ciclo se ha cerrado. Por ahora, silencio. Pero el ruido fuera crece, y cuando eso pasa en el Madrid… algo se mueve.