Hay gestos que dicen más que mil palabras. Y el de Désiré Doué tras el Clásico no pasó precisamente desapercibido. El joven talento del PSG dejó un inesperado “me gusta” en la publicación de Jude Bellingham, donde el inglés celebraba la victoria del Real Madrid con su clásico gesto de brazos abiertos.
Hasta ahí, nada raro. Pero claro… hablamos de un jugador del Paris Saint-Germain, sin vínculos con el Madrid, ni por selección ni por pasado en común. ¿Casualidad o guiño? El madridismo ya ha hecho su propia lectura.
Un “like” que da que hablar
En el post, Bellingham mostraba su alegría tras un nuevo partidazo, con gol y asistencia incluidos. Lo curioso fue ver entre los “likes” el nombre de Désiré Doué, la perla francesa que empieza a brillar con luz propia en París. El chico tiene solo 20 años, pero juega con la personalidad de un veterano.

En el PSG ya lo ven como el heredero natural del liderazgo que dejó Mbappé. Luis Enrique confía en él, lo ha arropado y le ha dado galones. Doué responde en el campo con descaro, regate y carácter. Tiene eso que pocos: un punto de magia que no se entrena.
El guiño que ilusiona al madridismo
Por eso, su gesto hacia Bellingham ha llamado tanto la atención. No porque el inglés no lo merezca, sino porque nadie esperaba una interacción así. En el Madrid, los aficionados se lo han tomado como una señal. “Este chico tiene alma blanca”, bromeaban algunos en redes.
Lo cierto es que Doué siempre ha mostrado admiración por los grandes jugadores de su generación, y Bellingham, hoy por hoy, está en la cima. Su conexión, aunque virtual, ha servido para avivar rumores y alimentar la imaginación de los hinchas.

Désiré Doué no es un cualquiera. Es la joya de la nueva Francia, esa camada de futbolistas que combinan potencia, elegancia y cabeza fría. En París ya lo consideran intocable, pero su progresión invita a soñar.
Quizá fue solo un “like”. O quizá fue algo más. En el fútbol, los grandes movimientos siempre empiezan con pequeños gestos. Y este, viniendo del crack del PSG, ha encendido todas las alarmas en Chamartín.