Trent Alexander-Arnold vuelve a ser noticia en Liverpool. No por su rendimiento en el Real Madrid, sino por un nuevo y triste episodio en su ciudad natal. El mural dedicado al lateral inglés, situado a pocos metros de Anfield, ha amanecido este martes cubierto de pintura y con mensajes insultantes.
Sobre la imagen del jugador, alguien escribió en inglés “Rat” y en español “Adiós al rata”. Un gesto que ha causado indignación entre muchos seguidores y vecinos, que no entienden el odio hacia un futbolista que durante años fue símbolo del club y orgullo de la ciudad.
De ídolo a enemigo
El pasado mes de mayo, Trent cerró su etapa en el Liverpool para poner rumbo al Real Madrid. Una decisión que no gustó a buena parte de la afición ‘red’. Pese a que el jugador dejó claro que su amor por el club “no cambiará nunca”, los más radicales aún no le perdonan lo que consideran una “traición”.
“Pase lo que pase, mis sentimientos hacia el Liverpool seguirán siendo los mismos”, dijo recientemente en una entrevista. Incluso aseguró que no celebraría un gol si lo marcara en Anfield. Pero sus palabras no han bastado para calmar los ánimos.
El mural vandalizado muestra a Trent de espalda con su mítico dorsal 66 que siempre lució con el Liverpool. A su lado, una frase emblemática: “Solo soy un chico normal de Liverpool, cuyo sueño se acaba de hacer realidad”. Fue una obra encargada por el fanzine The Anfield Wrap y pintada por el artista francés Akse.
El mensaje del mural también rendía homenaje a los aficionados que colaboran con bancos de alimentos. El propio Alexander-Arnold ha sido uno de los mayores donantes y promotores de estas iniciativas en la ciudad.
Indignación en la comunidad
Hoy, esa imagen solidaria luce irreconocible. Pintura blanca sobre el rostro del jugador y frases que rezan “No eres bienvenido, rata”. Medios británicos confirman que la Policía local ya investiga lo ocurrido.
No es la primera vez que el mural sufre actos vandálicos. Ya en mayo, tras anunciarse su fichaje por el Real Madrid, algunos hinchas editaron una versión virtual en la que aparecía con una bolsa de dinero y la frase: “Solo soy un chico normal que se volvió ambicioso”.
Un gesto triste que demuestra que, para algunos, el amor por los colores puede transformarse en odio hacia sus propios ídolos.