Antonio Rüdiger vuelve a escena. El central alemán ya se entrena con el grupo y deja atrás semanas de trabajo individual. Lo hace sin prisas, con cabeza y con una idea muy clara: regresar para el duelo de Champions frente al Manchester City. Un auténtico ‘fichaje’ para Xabi Alonso justo cuando más falta hace.
Un regreso trabajado con paciencia
Rüdiger ha aprendido la lección. Él mismo reconoce que su última lesión llegó por forzar más de la cuenta. Quiso volver rápido tras la cirugía de rodilla de la pasada temporada. Quiso estar en todos los partidos del final de curso. Y lo pagó. Jugó durante meses con dolor, tomando antiinflamatorios para aguantar cada entrenamiento y cada partido. Aguantó porque, según cuentan en el vestuario, vestir de blanco es su sueño. Pero el desgaste fue enorme.

Aquel grito en la final de Copa en La Cartuja, cuando cayó al suelo en la prórroga, fue la señal definitiva. La rodilla dijo basta. El 29 de abril pasó por el quirófano para reparar el menisco. Se recuperó rápido, demasiado rápido. Llegó justo a tiempo para el Mundial de Clubes y volvió a ser importante.
Pero apenas hubo pretemporada. Y en cuanto la carga subió… crack muscular y fuera otra vez. Por eso ahora va paso a paso. Nada de prisas. Nada de riesgos. Solo trabajo.
Xabi Alonso tiene un refuerzo clave
Esta semana Rüdiger ha completado las sesiones al cien por cien. Buenas sensaciones. Buen ritmo. El cuerpo técnico ve evolución y el jugador se siente fuerte. La idea es que llegue al City. Quizá no para los 90 minutos. Pero sí para competir.
Y lo cierto es que el equipo lo necesita. Militao sigue fuera. Huijsen no termina de encontrar continuidad por sus molestias. Alaba está lesionado. Asencio cumple, pero no puede hacerlo todo. El regreso del alemán supone liderazgo, carácter y jerarquía en un momento caliente de la temporada.
Rüdiger quiere volver para ayudar al Madrid… y también para llegar al Mundial con Alemania en un estado perfecto. Es uno de los pesos pesados de la selección y no quiere perder esa condición.

Está de vuelta. Y el Madrid lo celebra. Porque un Rüdiger sano cambia por completo la defensa. Y ante el Manchester City, eso puede ser oro puro.