El Barcelona de Laporta ha regresado a su estadio el Camp Nou, tras las renovaciones que aún no han concluido. Pues regresó con un enfrentamiento contra el Athletic Club en Jornada de LaLiga, pero no todo sería algo positivo para este regreso. Ya que el encuentro en casa ha generado disgusto a gran parte de la afición culé.
La afición es la más condenada con el regreso
El regreso del Barcelona al Camp Nou ha generado conversación tras las renovaciones hechas al estadio en donde la afición culé es la más afectada. Pues se ha estrenado el estadio renovado con un enfrentamiento en Jornada de LaLiga contra el Athletic. Pero este enfrentamiento ha mostrado que el estadio aún no concluye sus renovaciones.
El Camp Nou ha mostrado en este enfrentamiento que gran parte de sus localidades aún se encuentran inconclusas. Las renovaciones que han iniciado en verano del 2023 han llevado a que el club azulgrana se enfrente fuera de casa. Y decidieron que para esta Jornada de LaLiga fuera el estreno del estadio.
Pero la afición ha sido la más afectada, pues este partido se disputó con una capacidad para 45.401 espectadores. Ya que, el estadio aún se encuentra inconcluso. Pues llevó a que la afición se desplazara en medio de las obras inconclusas, accediendo por el Gol Sud, además haciendo su evacuación aún más lenta cruzando entre vallas, grúas y utilería de construcción.
Las renovaciones inconclusas
El estadio aún no renovado llevó a que la afición fuera la afectada. Pues han expresado que la visibilidad es peor de lo que ya era previo a las renovaciones. Las distancias que tienen que recorrer entre las gradas y el campo son aún mayores. Y uno de los factores como el clima, es peor debido a la altura.
Otro factor que ha sido determinante para el enojo de la afición es que los asientos aún están descubiertos y esto incluye el palco presidencial. Además, el aforo a sido inferior llevándolos a albergar a solo 50 mil espectadores. Pues el club aún se encuentra en espera de la licencia que le permita jugar ante 62.500 espectadores.
El regreso al Camp Nou ha sido un fracaso total, en donde la afición se ha mostrado enojada. No solo por la situación de la distancia, el clima y los asientos. También por el hecho de que el estadio aún no cuenta con un videomarcador y esto ha llevado a que el regreso forzado del club sea una lluvia de críticas negativas.