Tras un Clásico que no salió como esperaba, Lamine Yamal ha decidido dar un golpe sobre la mesa… pero fuera del campo. El joven delantero del Barcelona está buscando mudarse y su última idea ha dejado a muchos con la boca abierta: quiere la antigua casa de Gerard Piqué y Shakira en Esplugues de Llobregat.
El objetivo es claro: un lugar tranquilo, cerca del Camp Nou y la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde pueda vivir con privacidad y concentración. En su entorno confirman que esta casa es una de las favoritas. Lamine busca espacio, lujo y cercanía a su rutina diaria de entrenamiento.
Una casa con historia y lujo
La mansión tiene un pasado muy comentado. Fue el hogar de Piqué y Shakira hasta su separación en 2022 y se encuentra en la exclusiva urbanización Ciutat Diagonal. La propiedad destaca por su arquitectura moderna, grandes ventanales, seis dormitorios y piscina interior y exterior. También tiene gimnasio, biblioteca y un estudio de grabación. Y por supuesto, campo de fútbol y pista de pádel, esenciales para un futbolista joven.

El detalle curioso: la casa fue bautizada por algunos medios como “maldita”, debido a la historia que vivieron sus antiguos propietarios. Pero para Lamine, esto no pesa. Busca tranquilidad, espacio y la seguridad de un hogar donde crecer, alejado del ruido mediático que rodea a una estrella del Barça.
Un capricho de estrella
Con solo 18 años, Lamine Yamal es ya el jugador mejor pagado del club. Su salario fijo supera los 20 millones de euros y con los objetivos puede acercarse a los 40. Esta compra refleja su ambición y su deseo de organizar su vida como él quiere, entre fútbol y descanso.

Actualmente vive en Sant Joan Despí, pero la nueva casa le ofrecería mucho más: espacio, privacidad y una ubicación ideal cerca del Camp Nou. Incluso su pareja, Nicki Nicole, estaría encantada con la mudanza y las posibles reformas que planea el delantero.
Lamine transforma así un mal momento tras el Clásico en una decisión que refuerza su independencia y proyección. La nueva casa será su refugio y, al mismo tiempo, una declaración de intenciones: su presente y futuro en el Barça están a la altura de su talento.