Eduardo Camavinga vuelve a estar en el centro de todas las miradas. El francés, pieza clave en muchos momentos del curso pasado, atraviesa una etapa de altibajos bajo el mando de Xabi Alonso. Juega, sí, pero no siempre es indiscutible. En el Clásico fue titular, aunque su rol dentro del equipo sigue generando debate.
El Chelsea aprieta fuerte
Desde Inglaterra, concretamente desde FootMercato y varios medios británicos, apuntan a que el Chelsea ha movido ficha. El conjunto londinense habría presentado una oferta formal al Real Madrid valorada en 80 millones de euros para hacerse con los servicios del mediocentro. Una cifra potente, difícil de ignorar en los despachos del Bernabéu.
Todd Boehly, propietario del club inglés, está decidido a seguir renovando su plantilla con talento joven. Y Camavinga encaja de lleno en ese perfil: 22 años, físico privilegiado y experiencia en la élite pese a su corta edad. En Londres lo ven como el heredero perfecto de Enzo Fernández en el eje del campo o incluso como un relevo ideal para darle equilibrio a un equipo que sigue buscando identidad.
No es un jugador intocable
En el Real Madrid, por su parte, hay calma. Xabi Alonso confía en Camavinga, pero no lo considera imprescindible. El técnico ha rotado mucho el centro del campo y, por momentos, ha preferido apostar por Tchouaméni o Arda Güler según el contexto del partido. Esa falta de continuidad hace que algunos clubes interpreten que el francés podría estar más abierto a un cambio de aires.
Aun así, desde Valdebebas no contemplan una venta. Camavinga costó unos 30 millones en 2021 y su valor actual se ha disparado, pero el club considera que aún tiene mucho margen de crecimiento. Además, su contrato se extiende hasta 2029 y no hay señales de ruptura por ninguna de las partes.
La oferta del Chelsea es real, ambiciosa y tentadora. Pero en el Real Madrid, por ahora, la respuesta es clara: Camavinga no está en venta. Aunque, como siempre en el fútbol, si los ingleses vuelven con una propuesta aún más elevada… nada puede darse por cerrado.