Andriy Lunin decidió quedarse en el Real Madrid pese a recibir varias ofertas el pasado verano. El portero ucraniano tuvo la opción de salir, pero priorizó seguir en el club blanco.
Durante la última ventana de fichajes se habló de interés de Galatasaray y Fenerbahçe, dos de los grandes de Turquía. Incluso el Real Oviedo, club en el que Lunin ya jugó cedido en la temporada 19-20, buscaba su regreso como portero titular. Sin embargo, el guardameta rechazó todas las propuestas.
Paciencia bajo la sombra de Courtois
La situación para Lunin no es fácil. Thibaut Courtois sigue siendo intocable, considerado por muchos como el mejor portero del mundo. Esto ha relegado a Lunin a un papel secundario. Hasta ahora, en la temporada 25-26 no ha disputado ni un minuto en los seis partidos del Madrid.

Aun así, el ucraniano mantiene la paciencia y la ilusión. Sabe que cualquier oportunidad dependerá de la salud del belga o de la planificación de Xabi Alonso en competiciones como la Copa del Rey, que arrancará en enero de 2026.
Lunin ya demostró su calidad en el pasado. En la temporada 23-24, tras la lesión de Courtois en pretemporada, ascendió a titular y firmó sus mejores números con el Madrid: 31 partidos y momentos clave, como detener penaltis en la eliminatoria contra el Manchester City. Sin embargo, ante la final de la última Champions, Courtois volvió a ser el elegido.
Compromiso con el club
Con contrato hasta 2030, Lunin disfruta de su vida en Madrid y del ambiente del club. Sabe que la competencia con Courtois es dura, pero sigue trabajando en silencio, entrenando al máximo y preparado para cuando llegue su oportunidad.

El gesto de rechazar tres ofertas demuestra su compromiso y fidelidad al Real Madrid. Prefirió quedarse, aprender y esperar su momento. Lunin es consciente de que la paciencia puede ser clave en su carrera.
Mientras tanto, los aficionados esperan ver si algún día el ucraniano podrá disputar más minutos y demostrar todo su potencial bajo los palos del Santiago Bernabéu. Por ahora, sigue siendo el fiel escudero de Courtois, esperando su gran oportunidad.