El Real Madrid llegó al descanso del partido ante el Getafe con sensaciones encontradas. El marcador estaba igualado y el juego no terminaba de fluir. Fue entonces cuando Xabi Alonso se dirigió directamente a Jude Bellingham en el vestuario.
“Eres un increíble jugador, por eso no puedes pasar desapercibido. Tienes que asumir más responsabilidades”, le dijo el entrenador. Palabras duras, pero llenas de confianza. El mensaje fue claro: el equipo necesitaba que Bellingham conectara más con los atacantes y asumiera protagonismo en el juego.
Cambio de actitud tras el descanso
La segunda parte empezó y se notó el efecto del discurso. Bellingham salió más vivo. Más participativo. Comenzó a moverse mejor entre líneas y a buscar el balón con insistencia. La conexión con Rodrygo y Güler se volvió más fluida, y el equipo comenzó a generar peligro desde el centro del campo.
Jude Bellingham you are the greatest ever pic.twitter.com/0mGoTm6j5c
— Drix (@drixprods) October 19, 2025
En el minuto 47, provocó una amarilla a Duarte tras una presión intensa. Apenas seis minutos después, en el 53, estuvo cerca de asistir en una buena ocasión que pudo haber abierto el marcador. Más tarde, en el minuto 70, recibió una falta en la frontal tras una jugada combinada con Güler, generando otra oportunidad clara para el Real Madrid.
Bellingham, clave en la reacción del equipo
El inglés, que había estado apagado en la primera mitad, asumió el rol que Xabi Alonso le reclamaba. Su movilidad, visión de juego y presión alta hicieron que el equipo se encontrara más cómodo. Los atacantes comenzaron a recibir balones de calidad y el Getafe tuvo que endurecer su defensa para contenerlo.

El mensaje del entrenador no solo fue un toque de atención. También fue un reconocimiento: confía en tu talento y en tu capacidad para marcar la diferencia. Y Bellingham respondió en el campo.
El partido dejó claro que Xabi Alonso sabe cómo motivar a sus jugadores. La bronca en el vestuario no fue para castigar, sino para despertar al jugador más determinante. Y funcionó: Bellingham pasó de estar discreto a ser un dolor de cabeza para la defensa rival.
Si mantiene este nivel, el Real Madrid podrá contar con su inglés más decisivo para los próximos compromisos. Un pequeño ajuste mental que puede marcar la diferencia en partidos complicados.