María Ángeles Pérez Sandoval, conocida como Cuchy Pérez, nació en Madrid en 1977 y creció en el seno de una de las familias más influyentes de España, encabeza por Florentino Pérez.
Su apellido es sinónimo de poder y fútbol, aunque Cuchy se ha alejado siempre de los focos mediáticos, pese a que es hija del presidente del Real Madrid y de la constructora ACS.
De joven soñaba con ser actriz, pero sus padres la convencieron para seguir un camino más tradicional. Eligió el periodismo y llegó a trabajar en la Cadena SER antes de pasar a la comunicación de moda, colaborando con el diseñador Javier Larrainzar.

Una pasión aleja de lo tradicional
Aunque, ni el periodismo ni la moda era lo que realmente le atraían, su pasión eran los fogones y encontró su espacio en el panorama gastronómico madrileño.
En 2003 protagonizó una boda muy mediática, ya que se casó en la madrileña iglesia de Los Jerónimos, en una ceremonia a la que asistieron 1.200 invitados, entre ellos, el presidente del Gobierno José María Aznar, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, y miembros destacados del Real Madrid como Luis Figo o Raúl González.
En 2018 abrió “El Babero”, un exclusivo local en el corazón del barrio de Salamanca de Madrid. Y esta vez sí dio en la tecla. Su taberna se convirtió rápidamente en uno de los templos gastronómicos de moda en la capital, con una clientela habitual que incluye desde empresarios y futbolistas retirados como Ronaldo Nazario hasta artistas como Carmen Machi y Rossy de Palma. Y, por supuesto, celebrities del papel couché como Álvaro Muñoz Escassi o Ilia Topuria.
Su implicación en causas solidarias también es parte esencial de su trayectoria. Cuchy es presidenta de honor de la Fundación El Sueño de Vicky, dedicada a la investigación del cáncer infantil. Una labor silenciosa pero constante, que demuestra que su compromiso va más allá de las mesas de su restaurante.
Pocas veces aparece en los medios, y cuando lo hace suele ser en el contexto de sus proyectos sociales o de sus habilidades culinarias, que la han llevado a consolidar su restaurante, “El Babero”, como uno de los lugares de moda en el selecto barrio de Salamanca.