El fútbol también es números y contratos. Arda Güler, con su talento y constancia, ha alcanzado los 75 partidos con el Madrid. Esa cifra activa una cláusula del pacto con el Fenerbahçe: el club blanco debe pagar 2 millones de euros más a su exequipo. Es la letra pequeña haciendo sentir su peso.
Desde Ankara estarán celebrando. Ya cobraron cuando Arda tocó los 25 y 50 partidos. Ahora suman otra recompensa. Y ojo: hay dos escalones más. Si Güler llega a 100 o incluso a 125 encuentros, llegarán otros pagos, cada tramo también por 2 millones.
Un crío que se ha hecho grande
Cuando llegó al Madrid, pocos podrían imaginar el espacio que ocuparía ahora. Con apenas 20 años, Arda ha aprendido rápido. Xabi Alonso lo trata con delicadeza, pero sin contemplaciones: aquí, el que no rinde, no suma. Y Arda rinde.

Esta temporada ya ha vestido la camiseta en 14 partidos y acumulado casi 930 minutos. No es estadística fría: son oportunidades que ha sabido aprovechar. Tres goles y seis asistencias hablan de su ambición. Su compenetración con Mbappé y su desparpajo han dibujado un Arda distinto al que aterrizó.
Lo más bonito: cuando no está en el once, no se queja. Espera, trabaja, y sonríe al próximo llamado. Ese tipo de jugadores pocas veces se rompen.
Qué significa para el Madrid
Desde la grada, al hincha le importa más el fútbol que el balance contable. Pero estos bonus duelen. Que te recuerden que cada debut, cada ficha, tiene un precio. El Madrid lo sabe: invirtió en Güler como un diamante por pulir, y ahora ve cómo le cuesta “oro”.

Con Liga, Champions y Copa por delante, Arda tiene por delante decenas de partidos. Si sigue como hasta ahora, esos 100 encuentros no parecen fantasía. Solo necesita continuidad, evitar lesiones y seguir creciendo.
Para el Fenerbahçe, esto es el premio a formar. Para el Madrid, un aviso: invertir en jóvenes exige paciencia y cartera. Para Arda, más motivación: demostrar que vale cada euro que el club paga por él. Porque el fútbol es vida. Y él está viviendo uno de sus mejores capítulos.