Al igual que el verano pasado, la novela por el futuro de Nico Williams no ha parado en lo más mínimo. Con el propio jugador ofreciéndose al Barcelona, el club azulgrana ha estado trabajando en su fichaje las últimas semanas. Una operación que ha creado una tensa relación entre Nico y el Athletic Club y entre el mismo equipo con el Barcelona.
La entidad azulgrana se ha mostrado sumamente confiada en poder concretar el traspaso la próxima semana. Consciente de las exigencias del Athletic de recibir el pago completo de la cláusula, el Barcelona se está preparando para este desembolso. 62 millones de euros es el valor de la cláusula que el Athletic exige para dejar marchar a Nico Williams.
No obstante, esta millonaria operación dejaría a 3 damnificados siendo Nico Williams uno de los más afectados. Las consecuencias de esta operación evidencian la férrea lucha que el Athletic ha estado manteniendo para defender lo que todavía es suyo.
La salida de Nico
Habiendo rechazado al Barcelona el verano pasado, todo apuntaba a que Nico se mantendría en el Athletic por muchos años. Una decisión que Nico, tras el trabajo de Hansi Flick con el Barcelona y su amistad con Lamine Yamal, terminó cambiando. Esto ha provocado que Nico sea señalado por la afición del Athletic como alguien con nulos valores.
El propio equipo, además, se verá sumamente debilitado tras la salida de la que es su máxima estrella. Logrando 11 anotaciones y 7 asistencias en la temporada, el extremo izquierdo de 22 años fue determinante para clasificar al Athletic a la Champions League.
Por último, el Barcelona es el tercer damnificado de esta operación debido al escrutinio financiero al que tendrá que someterse. Sufriendo una grave crisis económica y teniendo problemas para inscribir a sus jugadores, es un misterio como los culés ficharán a Nico.
Relaciones arruinadas
Sin confirmar nada de momento, Nico Williams se ha mantenido ocupado en sus vacaciones tras una sólida campaña de su parte. Mientras el Barcelona y el Athletic siguen luchando por él, Nico está relajado con una situación que no tendrá un final muy feliz.