Rüdiger está de vuelta en Valdebebas. El central alemán ha superado sus problemas físicos y se prepara para retomar la acción con el Real Madrid. Sin embargo, Xabi Alonso dejó claro este viernes que no será para el choque contra el Elche.
“Ha vuelto, pero mañana es pronto. Veremos si para Atenas”, señaló el técnico. La prioridad es que el jugador regrese al cien por cien y con la cabeza tranquila. “Por su rendimiento y personalidad, es bueno tenerlo”, añadió Xabi.
Un líder que contagia
Más allá de su nivel defensivo, Rüdiger aporta carácter y liderazgo. Su presencia en los entrenamientos motiva al resto del grupo. Xabi echa de menos ese espíritu competitivo que arrastra a sus compañeros. Es un ‘jefe’ dentro y fuera del campo, alguien que marca la diferencia en el día a día del vestuario.
El alemán, según fuentes del club, ha aprovechado el parón para recargar pilas. Después de tantos meses de desgaste, necesitaba desconectar física y mentalmente. El tiempo fuera ha tenido un efecto positivo y el Madrid confía en recuperar su mejor versión para la fase decisiva de la temporada.

El internacional alemán reconoció recientemente que la lesión fue dura, pero necesaria. “Estar lesionado es lo que más odio. Ya falta poco para mi regreso. Necesitaba este tiempo para desconectar, tanto mental como físicamente. Estoy feliz de regresar”, comentó.
Su retorno estaba previsto para finales de noviembre, y todo apunta a que se producirá según lo planeado. El objetivo del club es que Rüdiger regrese al máximo nivel, tanto en lo físico como en lo mental.
Futuro asegurado
Aunque su contrato expira el 30 de junio de 2026, Rüdiger y el Real Madrid ya habían iniciado conversaciones para una posible renovación antes de la lesión. Las charlas están pausadas, pero el interés de ambas partes es claro: continuar juntos.

Xabi Alonso contará con un central de garantías para el tramo decisivo de la temporada. Rüdiger no solo refuerza la defensa, sino que también aporta liderazgo y seguridad al equipo. Su regreso marca un punto de inflexión para la zaga blanca, que recupera a uno de sus pilares más importantes.
El partido ante el Elche servirá para afinar la preparación, mientras Rüdiger espera su momento para volver a liderar desde el campo, empezando por el choque en Atenas.